LAS TARJETAS DE SAN VALENTÍN

El “Día de los Enamorados”, San Valentín, una celebración unida a una tarjeta en la que expresamos nuestros sentimientos, nuestro amor a la persona querida, pero… ¿de dónde procede esta tradición?

Cuenta la tradición que en tiempos del emperador Claudio II “El Gótico”, Valentín desafió las ordenanzas romanas por celebrar bodas cristianas secretas. Fue procesado y encarcelado. El tiempo que estuvo encerrado, su carcelero le pidió que diera clases a su hija, a base de lecciones y horas juntos, Valentín se enamoró de la muchacha. La víspera de su ejecución, el 14 de febrero de 269 a.C., envió una nota de despedida a la chica en la que firmó con las palabras "de tu Valentín", de ahí el origen de las cartas y tarjetas de amor.


Esther Howland
Las tarjetas impresas, tal como las conocemos hoy en día fue un invento del siglo XIX. En Inglaterra ya se elaboraban tarjetas para San Valentín hechas habitualmente de forma artesanal, pero no fue hasta que Esther Howland, que vivía en Massachusetts (Estados Unidos) recibió una en su residencia desde Inglaterra, que le fascinó y popularizó. Importó todo lo necesario desde el viejo continente (encajes de papel, decoración floral, gofrados,…). Fue la pionera de la industria de San Valentín. Comenzó a fabricar tarjetas para sus amistades y de repente le sorprendió una demanda que ella sola no podía hacer frente. Creó una línea de montaje en su casa que terminó siendo una industria. Se retiró en 1881 y vendió el negocio a George C. Whitney empresa que realizó los diseños con maquinaria especializada. Actualmente la mayoría de tarjetas de San Valentín son simples sin los intrincados diseños hechos a mano de Esther Howland.

Tarjetas de San Valentín ¿Arte o Diseño artístico?

Tempus fugit…

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