Los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y... Baltasar

Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente son la culminación de nuestras fiestas navideñas. Esperamos con ansia siendo niños, y de mayores, que llegue la noche mágica y nos deje algunas de las cosas que pedimos en nuestra carta a los tres, pero… mi rey es: EL NEGRO!

Los Reyes Magos
Mosaico de San Apolinar el Nuevo ( Ravena - Italia - Siglo VI
)

Y no siempre ha sido negro. La tradición, según nos relatan las escrituras, sobre todo Mateo, nos señala que unos magos, en aquellos momentos sabios o astrólogos (por cierto, profesión no muy bien vista en aquella época) atraídos por una estrella fueron conducidos hasta Belén buscando al “rey de los judíos”. Y cuentan que dejaron en el pesebre oro, incienso y mirra, dando lugar al trío de reyes. De aquel momento no hay descripción de cómo eran los reyes, ni la procedencia exacta, ni nada de nada, lo que dio lugar a distintas teorías: como que los reyes fueran todos “blancos”, que fueran cuatro, hasta doce reyes, y a veces se les ha representado solo dos.
En fin, que hasta el relato del benedictino Beda, no queda definida la composición de los reyes magos. Beda, el Venerable, doctor eclesiástico es el que nos conduce hasta la composición actual: Melchor era un anciano de blancos cabellos y barba larga que ofreció a Jesús oro, como señal de reconocimiento de su realeza. Gaspar representaba a los descendientes de Jafet. "Joven, lampiño y rubio". Cuenta la tradición que unió su suerte durante el resto de su vida a la de Melchor y Baltasar y que les sobrevivió a ambos, alcanzando la edad de 109 años. Baltasar representaba a los descendientes de Sem (semitas). Era "negro y de espesa barba". Parece ser que con esta clasificación los reyes abarcaban los continentes conocidos en la época: Europa, Asia y África.
Monumento Reyes Magos en Ibi.
Como siempre Baltasar, el negro… el que va al final, el tercero y en ningún momento hacemos una discriminación por su color. Nunca nos ha importado que sea el último, ni que sea el único que sea denominado por una característica racial. Nunca  “el mío es Melchor, el blanquito, canoso o viejuno” o “el amarillo, pelirrojo, rubicundo, bermejo, oxidado Gaspar me trae los regalos”. El mío es el negro, y ni se nos pasa por la imaginación llamarlo “el morenito, negrito, el rey de color, tiznado, mulato…” Nos daría risa. Es el negro. Imaginemos al otro lado del océano cuando reparten los regalos Melchor, Gaspar y Baltasar el Afroamericano. Por favor, por favor… no quiero imaginar la televisión en España anunciando la cabalgata de Melchor, Gaspar y el subsahariano Baltasar.
En fin, ¿cuál es tu rey?
Tempus fugit…

No hay comentarios:

Publicar un comentario