
Este año toca, febrero tiene sus 29 días correspondientes. Si necesitas un calendario ya tenemos impresos los de sobremesa en la tienda. Puedes pasar a llevártelo. Un clásico por navidad.
Bisiesto. Todo empezó un siglo antes de Cristo. En Alejandría, Sosígenes, un tío que le gustaba mirar al cielo, los astros y pensar, calculó con los medios que tenía que la tierra tardaba en dar la vuelta al sol 365 días y 6 horas. Y vaya si calculó… que sin tener los medios que tenemos actualmente se equivocó tan solo en menos de dos segundos al día, unos once minutos al año. Así que estableció el año en 365 días y cuarto.
Como contabilizamos el año en días, ¿qué pasa con esas seis horas que nos sobran? Pues que las unimos en un día más cada cuatro años. Pensado y hecho, Julio César, en Roma, decidió dar un día más al año cada cuatro para compensar el cuarto de día anual (6 horas por 4 años igual a 24 horas, o sea, un día), se levantó y muy serio dijo que ese día sería “ante diem sextum kalendas martias” que traducido más o menos es el sexto día antes del primero de marzo, y a ese día se le llamó el “bis sextum” procedencia del bisiesto que aporta un día más al calendario. Y así se estableció el calendario juliano, que no es exactamente el que tenemos hoy en día, pero sí el que introdujo el año bisiesto.
Tempus fugit…
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